lunes, 14 de junio de 2010

Estimulación de la inteligencia intuitiva mediante la autohipnosis

Autor: Gustavo Fernández
Fuente: http://www.mailxmail.com/curso-dinero-control-mental-energotonia/estimulacion-inteligencia-intuitiva-autohipnosis


Es obvio el beneficio que obtendremos en el mundo material si desarrollamos la capacidad de una buena sugestión sobre terceros, sugestión que sólo será realmente efectiva si a las herramientas perceptibles -timbre de voz, mirada, etc.) le sumamos el vector telepático, esto es, la capacidad psíquica de influir sobre el otro. Para quien pueda cuestionarse si esto no es violar la libertad de albedrío del tercero, permítasenos señalar que, de hecho, vivimos seduciendo y sugestionando. Nuestros argumentos intelectuales, nuestra vestimenta, nuestro arreglo personal, en fin, el matiz personal que le damos a cada instante de la vida cotidiana cuando interrelacionamos con los demás conlleva la búsqueda de influir en esos otros, y la forma telepática, en tanto y en cuanto no es una imposición autoritaria sino simplemente una "matiz" subliminal que le damos a la relación, casa completamente con esa realidad cotidiana sonde la seducción del otro -entendiendo "seducción" no en sus sentido sexual o, más bien, deberíamos decir que el sentido sexual es sólo una de las formas de la seducción, siendo ésta apenas una arista de la sugestión).




Las 15 reglas de sugestión:



1. Corta. Nuestro cerebro puede procesar cinco datos simultáneos, e incluso siete, pero no veinte. Se deben evitar construcciones como: "El curso que deben tomar sus pensamientos debe incluir la posibilidad de cerrar trato conmigo". Es preferible decir: "Piense en mi propuesta que incluye etc."



2. Concreta. Se dirá: "Trabajaremos juntos".



3. Afirmativa. Como si lo que dijéramos estuviera pasando en este momento: "Es provechoso para ambos aceptar mis condiciones". No vale decir: "Me gustaría que aceptara mis..."



4. Positiva. La sugestión se aceptará mejor cuanto mayor sea la mejoría que proporcione al individuo: "Evitará penurias económicas si acepta mi propuesta" En cambio: "Sus ingresos mejorarán, sus clientes expresarán su satisfacción" Vemos como podemos decirlo de otra manera sin producir rechazo. Lea las dos frases anteriores y piense cual se aceptaría mejor. Seguramente suena mejor la última.



5. Repetitiva. Si a un sujeto se le dice que tendrá problemas "si no..." acabaremos por provocarle angustia. Deberíamos decir: "Cada una de mis palabras es una solución, es una puerta abierta, es dinero contante en su bolsillo hoy y mañana" (Como ves estamos diciendo lo mismo, pero de diferente forma)



6. Simple o superpuesta. Consiste en relacionar un hecho con otro (Aún cuando no tengan relación)



Simple: "Acepte mi propuesta".



Superpuesta: "Cuanto más acepte mi propuesta, mejor se vislumbra su futuro".



Esta sugestión superpuesta subordina la relación de una sugestión a la de otra. No existe en realidad una verdadera relación; es la capacidad de convicción del sugestionador la que la crea.



7. Inmediata o diferida:



Diferida: "Después de aceptar mi propuesta los resultados serán inmediatos".



Inmediata: "Ya tienes lo resultados con mi propuesta".



La diferida tiene dos ventajas: permite prevenir al sujeto, y evitar así toda emoción. Pero en sí misma es otra acción hipnótica que impulsa al individuo a prever otra realidad... a través del simple poder de su imaginación, que aún siendo el proceso inconsciente continúa actuando.



8. Intrahipnótica o posthipnótica:



Intrahipnótica se produce durante la sugestión. Posthipnótica: se refiere al momento posterior a la sugestión.



9. Progresiva. Si le dice a alguien: "Su proyecto será un fracaso", quizá necesite repetirlo durante quince minutos para que esa sensación se cree realmente. Pero si comienza diciendo: "Sus clientes se alejarán, su cuenta bancaria disminuirá, etc." puede que para obtener el mismo resultado sólo tenga que emplear cinco minutos.




10. Ponderada. Hay que anticiparse y evitar situaciones de estrés. No deberá decir: "Usted se ahoga en un vaso de agua" a un sujeto que se ha salvado de ahogarse unos años antes.



11. Cualificada. Adaptarse al vocabulario del sujeto a hipnotizar.



12. Convergente. "Su mente se aquieta y está tranquila, mi oferta le trae alegría, ambos seremos buenos socios", todo converge hacia una imagen clara de futuro estable y equilibrado en el destinatario.



13. Realizable. Si damos una sugestión que no pueda ser realizable por el sujeto. (No quiera, vaya en contra de sus principios, moral, ética, religión...) Puede suceder:



-Nada; -El sujeto genera la reacción opuesta



14. Sopesada. Hay que anticiparse a las reacciones psicológicas. No podemos decirle mentalmente que "lo queremos" si tiene prejuicios de tipo homosexual.



15. Normal o Subliminal. Una sugestión normal está destinada a ser escuchada. Una sugestión subliminal no debe serlo. Las voces subliminales son, por ejemplo, imágenes invisibles intercaladas en una película, frases pronunciadas a gran velocidad o en un tono tan bajo que no se puedan oír.



Autohipnosis:



En esta lección vamos a ver una técnica de autohipnosis que cualquiera puede hacerla sin ayuda de hipnotizador. Debido a que la mayoría de nosotros nos interesa la autohipnosis aplicada a los estudios y los negocios, mostramos la siguiente técnica:





Basa su eficacia en un ejercicio respiratorio determinado, y en la relajación que procura su ejecución. Se practica generalmente de pie o sentado.



Desarrollo: Con los dedos ligeramente separados, apoye la mano derecha sobre el ombligo y manténgala así durante todo el ejercicio. Apoye el dedo índice izquierdo en la zona central de la frente, mientras presiona con el pulgar izquierdo la aleta nasal izquierda y respira por la fosa nasal derecha, metiendo el vientre al inspirar y sacándolo al espirar. Inspire lenta y profundamente y concéntrese en el aire que penetra en su cuerpo a través de su fosa nasal derecha (la izquierda permanece apretada por su pulgar izquierdo). Cuando termine de inspirar, presione también la aleta nasal derecha con su dedo medio izquierdo. Permanezca así un momento, con los pulmones llenos. Levante el dedo pulgar y espire lentamente por la fosa nasal izquierda. La otra fosa nasal permanece cerrada. Permanezca unos instantes con los pulmones vacíos. Inspire por la fosa nasal izquierda. Terminada la inspiración, presione tu fosa nasal izquierda; repita las fases 2 a 8 unas diez veces.



Ya se trate de la fosa nasal izquierda o de la fosa nasal derecha, el esquema respiratorio es el mismo: espirar y después inspirar.





Nota: A pesar de que parece un poco complejo, este ejercicio se lleva a cabo en menos de un minuto, y acaba asimilándose perfectamente en muy poco tiempo. Pero, al principio es necesario repetirlo dos o tres veces al día; al cabo de una semana conviene practicarlo a diario por lo menos una vez, al mismo tiempo que se repite: "Me relajo... Me siento cada vez más relajado... Estoy completamente relajado". Posteriormente, cuando la práctica permita una ejecución automática, basta con emplear la palabra "relajado", mentalmente o en voz alta, y entonces y en ese momento, "carga"2 la consigna: "Voy a efectuar esa venta a Fulano de Tal". "Voy a aprobar ese examen con excelentes notas", etc.

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