El mecanismo que lo hace es una función neuronal que controla la información que se almacena. Dicen que tener más memoria no está relacionado con la capacidad de recordar muchas cosas sino con la de seleccionar la relevante.
(Clarín) - La memoria visual a corto plazo es bastante limitada: a pesar de los numerosos objetos que rodean al hombre, su capacidad le permite recordar sólo unos pocos. Por eso, cuantos menos objetos irrelevantes se tengan en cuenta, mayor será la capacidad de recordar las cosas realmente importantes. A esa conclusión llegó un grupo de expertos de la Universidad de Oregon, Estados Unidos.
La investigación se publica en la prestigiosa revista Nature porque es la primera vez que se establece cuál es el mecanismo de selección de la memoria. Y al contrario de lo que se creía, tener más memoria no está relacionado con la capacidad de recordar la mayor cantidad de cosas posibles sino con la capacidad de seleccionar qué es lo importante y desechar los datos o la información que no vale la pena.
Los investigadores hablan de bouncer ("rebotador" o "rechazador") para explicar en forma simple cómo funciona este mecanismo neuronal que controla la información que se almacena o no. Luego de analizar el comportamiento neuronal, aseguraron que esto ayudará a tratamientos para mejorar la memoria, combatir el déficit de atención cognitiva y hasta la esquizofrenia.
Edward Vogel y sus colegas del departamento de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Oregon mostraron a un grupo de estudiantes unos puntos coloreados de una pantalla. Y compararon la habilidad de recordar lo que habían visto con y sin otros puntos coloreados colocados para distraer. Grabaron y analizaron la actividad cerebral de cada uno. De esta manera, se descubrió que los que habían grabado en su mente los objetos irrelevantes tenían menor capacidad para recordar los que sí debían.
Además, descubrieron que esta eficiencia al momento de seleccionar qué información se debe recordar y cuál no vale la pena varía de una persona a otra, y que la memoria visual es una buena herramienta para predecir la capacidad de filtrar de cada uno.
"Creíamos que los que tienen gran capacidad de memoria visual podían almacenar mayor información, pero ahora sabemos que lo más importante en realidad es este mecanismo neuronal relacionado con la capacidad de discernir y controlar qué cosas deben recordarse", explicó Vogel.
La percepción visual se refleja en la activación del hemisferio contralateral (un estímulo izquierdo activa el hemisferio derecho y viceversa). Lo que midió Vogel es la variación de esa activación en el hemisferio correspondiente de acuerdo al número de estímulos que el individuo percibía en un momento dado. Los que más variaciones registraban, eran los que mayor dispersión mostraron, lo que les dificultaba memorizar.
Los hallazgos tiran abajo la idea de que la capacidad de la memoria sólo depende de la cantidad de información que puede guardar la mente al mismo tiempo. Este giro en el concepto de memoria tiene varias implicancias: desde desarrollar mecanismos más efectivos para optimizar la memoria hasta mejorar los diagnósticos y tratamientos del trastorno de déficit de atención. En esto acuerda Angel Golimstock, jefe de la sección Trastornos de Memoria y Conducta del hospital Italiano.
Vogel llevó adelante sus experimentos junto a otros dos graduados de la universidad, Andrew McCollough y Maro Machizawa. Grabaron la actividad cerebral de estudiantes de 19 a 28 años mientras hacían tareas en sus computadoras. Primero les pidieron que recordaran dos rectángulos rojos y que ignoraran los azules. Sin excepción, los más capaces lograron ignorar los azules, pero los menos capaces no pudieron dejar de lado los rojos.
"Varía mucho de una persona a otra la habilidad de recordar o no las cosas irrelevantes. Esto tampoco significa que las personas con menor capacidad de memoria sean menos inteligentes: aparentemente tiene sus ventajas almacenar información irrelevante, y quienes lo hacen en general son las más imaginativas", dijo Vogel. Y recordó que estudios neurofisiológicos en monos indicaron que la corteza prefrontal cumple un rol crucial para determinar qué información debe ser mantenida en la memoria.
Según el investigador, las diferencias individuales en la capacidad de memoria no reflejan sólo la variabilidad del espacio del almacenaje sino la eficacia con la que cada persona asigna ese espacio disponible.
Aportado por Eduardo J. Carletti
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